La emergencia sanitaria en España, y en el mundo, está llevando a modificar todo tipo de estándares, desde la vida personal a la vida laboral, desde la familiar a la empresarial. Todo nos está cambiando y todo se modifica a una velocidad endiablada, la misma rapidez con la que conocemos los números de afectados por el coronavirus, el número de fallecimientos…
La situación es muy preocupante. Sería inhumano fijarse única y exclusivamente en cuestiones empresariales cuando la mayor preocupación tiene que estar en los aspectos sanitarios, toda vez que afecta a la humanidad en su conjunto. Da igual la procedencia, no importa la raza o los niveles sociales. La mayoría del planeta está afectada por igual.
Pero también sería inhumano que una asociación empresarial no se preocupe por sus asociados, que se no se plantee acciones de futuro para un sector que está en clara desventaja ante el resto de los sectores estratégicos.
Desde FEDEM, a través de la Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM) de la que forma parte, se han realizado diferentes tipos de consultas tanto al Ministerio de Transportes como al resto de administraciones nacionales, autonómicas y locales para tener claro en qué situación está el sector, cómo están las empresas mudanceras y hasta dónde pueden llegar en un estado de alarma como el que se encuentra España.
Hasta el momento, no ha habido ninguna respuesta concreta y demasiadas contestaciones individuales. La más clara ha sido la que ha llegado desde el Ayuntamiento de Madrid, que tras una consulta realizada por la Organización Castellana de Empresas de Mudanzas (OCEM), dijo, de forma clara, que “los servicios de mudanzas no se encuentran regulados en ninguna de las excepciones previstas en el Real Decreto 463/2020 por el que se declara el estado de alarma, ni en el Real Decreto-ley 10/2020 en el que en su anexo establece excepciones a las restricciones de circulación de personas”.
Es más, reconoció que “no se consideran servicios esenciales y su circulación se prohibirá si se adoptaran por la autoridad competente el cierre al tráfico de vías” y que “resultan incompatibles con la ocupación del espacio público”.
Otros departamentos, como la Policía Local de diversos municipios españoles han asegurado que no está permitido hacer mudanzas. Sin embargo, en diferentes ayuntamientos se permite realizar este trabajo.
Todo esto lleva a FEDEM a decir, con rotundidad, que el sector de las mudanzas se encuentra en un limbo, en un espacio de indefinición del que es complicado salir. Como una organización empresarial que es, no puede, ni debe, recomendar a las empresas asociadas que adopten una respuesta ante una situación excepcional como la que se encuentra España y el resto del mundo.
Desde FEDEM se seguirá luchando ante las administraciones, ante cualquier institución, para que se diga de forma clara, nítida y sin ningún espacio a la duda la situación en la que se encuentra el sector de las mudanzas.
Es el momento de caminar unidos. Y FEDEM quiere ser el estandarte del sector de las mudanzas. Y seguirá trabajando por y cada una de las empresas asociadas, que para eso llevan confiando desde hace años en esta organización. Y hará lo posible, e imposible, para conseguir que se defina el limbo en el que se encuentra el sector.