Hacer la mudanza de muebles antiguos requiere mucha precisión, cuidados especiales y hacer uso de unas recomendaciones previas a la fecha de la mudanza.
Antes de hacer una mudanza en la que haya antigüedades, conviene hacérselo saber a la empresa de mudanza, para que tome las medidas adecuadas a un trabajo tan especial. Es imprescindible que el personal vaya a la casa antes para ver el número de antigüedades a trasladar y la dificultad de hacerlo (no es lo mismo trasladar un carillón que una loza). Antes de que se persone la empresa en su vivienda, haga un listado de cosas que son más delicadas y que requieren un cuidado especial.
La persona encargada de hacer el inventario tiene que estar convenientemente informada sobre las características cada pieza y tendrá que dar las instrucciones sobre su traslado, con el embalaje más conveniente en cada caso. También deberá tener muy clara la nueva ubicación de la pieza para evitar al máximo movimientos innecesarios.
Artículos como porcelana, reliquias familiares, artículos de colección, cuadros, vajillas, jarrones, lámparas o tapices deberán estar convenientemente embalados para que lleguen en perfectas condiciones a su destino. Otros elementos, como joyas, sellos, monedas, billetes, documentos, libros, etc., se recomienda que se lleven de forma particular por el cliente en su coche. Así se evitarán sustos indeseados.
La mejor forma de embalar los artículos antiguos es hacerlo en cajas de cartón de máxima calidad. Todos estos artículos deberán estar suscritos en un contrato de mudanza, para garantizar al máximo su seguridad. Las empresas pertenecientes a FEDEM cumplen con todos estos requisitos y le harán un contrato con todas las garantías.