A la hora de contratar una mudanza, una forma de ahorrar, si no hay una exigencia de tiempo, es compartir un porte de mudanza. Muchas empresas ofrecen este servicio porque tiene ventajas para todos: para el cliente y para la empresa.
Lo normal es que exista la oportunidad de que haya varios portes entre ciudades grandes o rutas de tráfico intenso: de Madrid a Barcelona, de Sevilla a Madrid, de Sevilla a Barcelona…pero también se puede hacer entre pequeñas poblaciones que están a camino de dos puntos importantes. Es lo bueno del transporte por carretera: su flexibilidad.
Las características que debe reunir una mudanza que quiera compartirse con otro usuario (lo que se conoce como “grupaje”) son que no sea excesivamente voluminosa y que las mercancías que se trasladen sean de tipo estándar. Eso facilitará la posibilidad de compartir el camión.
En el caso de optar por este servicio, el cliente debe saber que no puede elegir el día a efectuar la mudanza, ya que está supeditado a la fecha en que se hará el porte. Pero la diferencia de precio puede ser sustancial con respecto a una mudanza tradicional.
El resto de elementos que forman parte de la mudanza (seguro, garantía, presupuesto, responsabilidad ante posibles desperfectos) permanecerá igual.