Si hemos hecho una mudanza con una empresa y no ha satisfecho nuestras expectativas, tenemos la posibilidad de presentar una reclamación. De esta manera, se podrían subsanar todos los problemas surgidos durante la mudanza.
Para hacer una reclamación o queja, lo primero es hacerla ante la propia empresa con la que hemos contratado el servicio: si se ha hecho todo conforme a la ley y se ha suscrito un seguro, éste se hará cargo de los desperfectos, en el caso en que los haya. Si lo que se ha producido ha sido un retraso en el plazo previsto o un incumplimiento del contrato, la empresa tendrá que responder.
Se debe evitar en todo momento conservar la calma, tanto el cliente como la empresa. Gritar, alterarse (y, mucho menos, insultar), no sirve de nada, sólo estropear la relación entre las dos partes. Es mejor tener una actitud colaboradora, ver en qué han podido equivocarse y tratar de solucionarlo de la mejor manera posible. Sólo así se resolverá el conflicto.
Además, cuanto antes se disculpe la parte demandada mejor podrá ayudar a que el problema quede en un malentendido sin importancia. Conviene hacer las preguntas correctas (cómo sucedió el incidente, quién pudo ser el responsable, qué condicionantes se produjeron…). Aunque, al final, se demuestre que la empresa no tuvo la culpa, el cliente se sentirá escuchado y comprendido.
Hay que tener en cuenta que la queja o reclamación puede ayudar a la empresa de mudanza a mejorar su servicio. Siempre es mejor sacar lecciones positivas que rechazar de plano una equivocación o error, venga de donde venga.
En caso de que el cliente tenga razón, una opción que puede beneficiar a las partes es compensarle si se ha roto algún objeto, o hacerle un descuento en el precio final del servicio. También se le puede hacer un descuento para el próximo porte (si tuviera previsto contratar otro en un futuro cercano), junto con una carta en la que se le pide al cliente disculpas por los inconvenientes producidos.
En FEDEM, todas las empresas saben que una reclamación es algo que puede producirse e intentan solucionar siempre los problemas que puedan surgir al hacer una mudanza.